Tras un breve hiato en la temporada 2025 de la Fórmula 1, producto de una ruptura contractual con Red Bull Racing al cierre del año anterior, el destino de Sergio “Checo” Pérez en la máxima categoría del automovilismo ha quedado sellado.
La confirmación oficial sitúa al piloto mexicano como la pieza angular de la nueva escudería Cadillac Formula 1 Team, proyecto que debutará en la parrilla global a partir de la temporada 2026. Este anuncio no solo marca el esperado regreso del tapatío a la competición, sino que también subraya la confianza de General Motors en la vasta experiencia de Pérez para liderar un equipo de nuevo cuño, una tarea que implica un desafío técnico y de gestión de recursos de gran magnitud.
El fichaje por Cadillac, donde compartirá box con el experimentado Valtteri Bottas, sitúa a Pérez en un rol completamente diferente al que ejerció como escudero en Red Bull. Su nuevo cometido será crucial: aprovechar la experiencia acumulada durante más de una década en F1 —incluida su etapa victoriosa en un equipo campeón— para desarrollar el monoplaza desde sus cimientos. Cadillac F1, que iniciará su andadura con motores Ferrari, aspira a ser una fuerza competitiva a medio plazo.
Que gusto me dio volver a vernos 🇲🇽 estamos de regreso! #Nevergiveup pic.twitter.com/DJ1nBiLtTF
— Sergio Pérez (@SChecoPerez) August 29, 2025
La elección de Pérez refleja una estrategia clara por parte del constructor estadounidense: asegurar un piloto con credenciales probadas en la gestión de neumáticos, la estrategia de carrera y, fundamentalmente, la retroalimentación técnica, aspectos vitales en un proyecto de expansión.
Este movimiento no es solo un traspaso de pilotos, sino la consolidación de un “equipo de las Américas” con una resonancia global significativa. Para Sergio Pérez, la temporada 2026 representa su última gran oportunidad para redefinir su legado, no solo sumando victorias, sino demostrando su capacidad para moldear una escudería ambiciosa desde su génesis.
Su regreso al Gran Circo con Cadillac, un equipo con el respaldo de General Motors, inyecta una narrativa fresca y altamente atractiva a la Fórmula 1, y asegura que la afición mexicana tendrá nuevamente una figura de élite a la cual aclamar.

