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La guardian de la tradición hotelera barranquillera

PorPedro Mendoza

julio 9, 2025
Janneth Sánchez, gerente general, Howard Johnson by Wyndham Versalles Barranquilla. Foto Pedro Mendoza

 

El hotel nació hace 25 años como Hotel Versalles, el 1 de enero del año 2000. Luego, en 2010, decidimos asociarnos con una marca internacional y adquirimos la franquicia de Howard Johnson, convirtiéndonos así en la primera propiedad de esta marca en la ciudad.

En medio del auge turístico y empresarial de Barranquilla, Howard Johnson by Wyndham Versalles Barranquilla se posiciona como uno de los hoteles más emblemáticos de la ciudad. Con 25 años de trayectoria y una fuerte apuesta por la sostenibilidad, la gastronomía y los eventos sociales y corporativos, este hotel sigue escribiendo historia en la capital del Atlántico. Conversamos con su gerente general, Janneth Sánchez, sobre la esencia del hotel,  proyectos y el compromiso que tiene junto con su equipo con lo que considera lo más importante. El servicio en la operación hotelera.

¿El hotel está en la zona norte, un sitio privilegiado?

Estamos ubicados en el corazón de Barranquilla, muy cerca —solo una calle nos separa— de escenarios deportivos importantes como el Coliseo Elías Chegwin y el histórico Estadio Romelio Martínez. 

Pero nuestra ubicación estratégica va más allá: estamos cerca de centros empresariales clave, clínicas y hospitales importantes, y también contamos con un entorno cultural significativo. Es decir, ofrecemos al cliente un punto central desde el cual explorar lo mejor de la ciudad.

¿Podría hablarnos un poco sobre las habitaciones y espacios del hotel?

Claro. El Howard Johnson by Wyndham Versalles cuenta con 80 habitaciones amplias y confortables. Tenemos opciones estándar y suites, todas diseñadas para brindar comodidad tanto a viajeros corporativos como vacacionales.

Además, contamos con siete salones de eventos con capacidad variable, desde 10 hasta 350 personas en formato auditorio. Son espacios versátiles equipados con tecnología audiovisual de última generación, ideales para conferencias, reuniones de negocios o celebraciones sociales.

También tenemos áreas de esparcimiento como una piscina dividida en zonas para adultos y niños, un restaurante con capacidad para 100 personas, una terraza tropical exterior, gimnasio  y un parqueadero amplio y seguro, que es uno de nuestros grandes atractivos en una ciudad donde el tema de seguridad vehicular es prioritario.

Ustedes pertenecen a una cadena internacional. ¿Cómo se refleja ese respaldo en su operación diaria?

Totalmente. Con más de 9,100 hoteles en todo el mundo, Wyndham Hotels & Resorts está comprometido con la protección del medio ambiente y lidera programas sostenibles a nivel global. Nos preocupamos por las comunidades en las que trabajamos y vivimos Ese respaldo se traduce en estándares internacionales de calidad, procesos operativos certificados y formación constante de nuestro equipo.

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Además, somos parte activa de los programas de sostenibilidad de la marca con su programa Wyndham Green Certification. Esta iniciativa busca consolidar una industria hotelera más responsable con el medio ambiente, alineada con las crecientes demandas de los consumidores conscientes del impacto ecológico de sus decisiones de viaje.  Todo esto implica un compromiso real con el medio ambiente, la reducción de residuos y el uso eficiente de recursos como el agua y la energía.

El Howard Johnson by Wyndham Versalles cuenta con 80 habitaciones amplias y confortables, opciones estándar y suites, todas diseñadas para brindar comodidad tanto a viajeros corporativos como vacacionales.Foto Cortesia

¿Cómo capacitan a su personal en estas prácticas sostenibles?

La capacitación es continua. Todos nuestros colaboradores reciben entrenamiento en buenas prácticas ambientales, desde cómo optimizar el consumo de agua en las habitaciones hasta cómo reciclar correctamente dentro del hotel. Además, promovemos campañas internas de concienciación y medimos constantemente nuestro impacto ambiental.

Hablemos de bodas. Se cree que Cartagena es el unico destino de bodas?

(Risa) —Bueno, sí, Cartagena tiene mucho encanto, pero acá en Barranquilla también hacemos bodas espectaculares. Nuestro valor añadido es que acompañamos a los novios desde el primer contacto. Nos aseguramos de entender su visión y hacerla realidad en nuestros espacios amplios y adaptables.

Contamos con aliados estratégicos en decoración, fotografía, música y catering, todo pensado para crear una experiencia única e inolvidable. Los quinceañeros también son un evento muy especial aquí. Cada familia vive ese momento con mucha emoción y nosotros nos aseguramos de que quede grabado en la memoria de todos.

¿Cómo cuidan el legado del hotel después de tantos años en el mercado?

El hotel nació hace 25 años como Hotel Versalles, el 1 de enero del año 2000. Luego, en 2010, decidimos asociarnos con una marca internacional y adquirimos la franquicia de Howard Johnson, convirtiéndonos así en la primera propiedad de esta marca en la ciudad.

Esa evolución fue fundamental para renovar nuestras instalaciones, mejorar nuestros servicios y mantenernos vigentes en un mercado competitivo. Mantenemos viva la esencia del lugar, especialmente en la propuesta gastronómica, que combina lo local con lo internacional.

¿Su restaurante tiene una carta muy especial ?

Ofrecemos una carta variada que satisface tanto al cliente corporativo como al social. Aunque somos una marca internacional, le damos mucha importancia a la sazón local. Por ejemplo, en este mes patrio estamos ofreciendo platos típicos colombianos como parte de nuestra oferta gastronómica. Y cada día tenemos un “plato nacional” incluido en el menú, para que los huéspedes puedan conocer nuestra cultura a través del sabor.

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¿Qué significa para usted que el hotel haya sido parte de un evento tan importante como el Foro de Desarrollo Social de la  OCDE?

Es un honor enorme. Participar en un evento de esa magnitud nos permitió demostrar nuestro nivel de servicio y profesionalismo ante visitantes internacionales de alto nivel. Además, reforzamos el posicionamiento de Barranquilla como una ciudad capaz de recibir eventos globales.

Para mí, como barranquillera y como gerente, ver cómo nuestra ciudad crece urbanística, ambiental y socialmente es motivo de orgullo. Y poder ser partícipes de ese crecimiento, a través del turismo y la hospitalidad, es una gran responsabilidad y un privilegio.

¿Cómo se los conocen  entre los otros hoteles de la ciudad?

Al principio éramos conocidos simplemente como “Versalles”, por la tradición y la antigüedad del nombre. Pero ya llevamos 15 años bajo la marca Howard Johnson by Wyndham. Hoy somos reconocidos tanto a nivel nacional como internacional. La marca nos da visibilidad y confianza, y eso ha ayudado a posicionar el hotel en el imaginario colectivo de la ciudad.

¿Cómo es la relación con otros hoteles de la cadena en otras ciudades como Cartagena o Santa Marta?

Excelente. Somos aliados permanentes. Trabajamos en red, compartimos buenas prácticas y nos apoyamos mutuamente en el fortalecimiento de la marca.  En Barranquilla también tenemos el Wyndham Garden, en Cartagena está el Howard Johnson By Wyndham Cartagena, en Santa Marta tenemos el Hotel Aluna. Eso nos permite tener una sinergia importante a nivel nacional y facilita la promoción conjunta de destinos turísticos de la Costa Caribe.

Y como mujer, como líder hotelera, ¿cómo equilibra su vida laboral y familiar?

Es un reto diario. La vida hotelera exige estar siempre presente, pendiente de cada detalle, de cada huésped, de cada proceso. El tiempo para la familia es limitado, pero trato de aprovecharlo al máximo, dándole calidad y cariño.

Lo bonito del trabajo en hotelería es que, aunque demanda muchas horas, también llena mucho. Ver la satisfacción de un cliente cuando sale contento, cuando te dice “gracias”, cuando recomienda el hotel… eso te da fuerzas para seguir adelante.

Y aunque el descanso llega poco, lo disfruto intensamente. Siempre trato de encontrar un espacio para ir al gimnasio, leer un buen libro o compartir con mi familia. No es fácil, pero sí posible si uno organiza bien su tiempo y prioriza lo realmente importante.

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