vie. Dic 13th, 2024

Según estudios recientes del Pnud y la Ocde, si el crecimiento a nivel mundial aumenta en 1%, cerca de 7,6 millones de personas saldrían anualmente de la pobreza extrema y 10,2 millones conseguirían un trabajo.

Incluso, al cabo de cinco años, el Gini podría reducirse 0,06 puntos. El crecimiento económico no es un capricho de la tecnocracia, es, más bien, la base del bienestar de toda sociedad.Lo anterior es un llamado de atención para todo el país, pues la cifra de crecimiento del año pasado fue la octava más baja de los últimos 120 años. La causa estructural está en la inversión, muy baja para impulsar nuestra estructura productiva.

Específicamente, la tasa de inversión actual es de apenas 15% del PIB, la más baja desde la crisis de 1999, y la mitad de la requerida para recuperar tasas de crecimiento económico sostenido en torno a 4,0%. Consciente de este diagnóstico, el sector financiero se ha propuesto ser parte de la solución para incrementar la inversión.

El mecanismo es, desde luego, el crédito y, más puntualmente, el crédito productivo, a través de una mirada 3x3x3: 3 metas, 3 estrategias y 3 medidas tácticas.

Las metas están en la profundización y la inclusión financiera crediticias. Primero, la profundización financiera, hoy en niveles de 46% del PIB, se encuentra lejos de aquel óptimo para Colombia, cercano a 65%.

En materia de cartera productiva, la profundización llega a 26%, pero la meta óptima es de 40%, lo que implica llevar la cartera empresarial a representar dos terceras partes de la cartera total. Tercero, la inclusión financiera crediticia, que hoy alcanza 36%, debería llegar a 75%, una meta ambiciosa teniendo en cuenta que en países como Canadá y Estados Unidos, bordea 80% y 66%, respectivamente.

 

Las estrategias están enfocadas al crédito productivo popular, agro y mipyme, entendiendo que es el crédito empresarial, y no el de consumo, el que puede impulsar la inversión. En cuanto al primero, la meta de landustria es otorgar un millón de créditos a la economía popular, pero el avance por ahora es de 18% en transacciones y 15% en monto, de las cuales las entidades financieras han aportado más de 95%.

El llamado es a que el gobierno active líneas de redescuento y de garantías de manera definitiva, y que, junto a los colegas de las industrias complementarias vayamos más lejos. En cuanto al agro, la cartera debe aumentar de $40 billones a $64 billones de aquí a 2026 y, para el crédito MiPyme, la meta es pasar de $106 billones a $193 billones.

Las tres medidas tácticas están enfocadas en:

Primero, extender el trámite simplificado para el crédito productivo, similar a lo que sucede con los depósitos electrónicos o los créditos de consumo de bajo monto; segundo, crear un registro de receptores de datos para los datos abiertos, con el fin de facilitar la supervisión y habilitar más rápido el open data en Colombia; tercero, incrementar 10 puntos porcentuales el Incentivo a la Capitalización Rural (ICR), un instrumento que abona a la deuda de capital de los créditos dedicados a proyectos de inversión para la modernización del campo.

¡Esta mirada 3x3x3 contribuirá, sin duda, a potenciar el crédito productivo, que es la clave de la inversión, el crecimiento y el bienestar social!

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