En 2022 hubo un repunte significativo en los precios internacionales de los principales productos mineros-energéticos de exportación colombiana. Esto se vio asociado al buen desempeño de la economía global, los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania y aspectos específicos de cada industria. Asobancaria en su edición No 173 de Banca & Economia, presentó
En 2022 hubo un repunte significativo en los precios internacionales de los principales productos mineros-energéticos de exportación colombiana. Esto se vio asociado al buen desempeño de la economía global, los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania y aspectos específicos de cada industria.
Asobancaria en su edición No 173 de Banca & Economia, presentó un informe sobre la situación de sector minero energético, sosteniendo que en el 2022 estuvo marcado por un aumento sostenido de los precios del petróleo, que llevó a que la cotización de la referencia Brent se incrementara en 43% anual hasta alcanzar un nivel de USD 100,8 por barril.
Este comportamiento se explicó tanto por una mayor demanda a nivel global como por factores de oferta relacionados al conflicto en Ucrania y los cuellos de botella en la producción de esta materia prima.
Asimismo, el precio del carbón alcanzó máximos históricos en su cotización al bordear los USD 400 por tonelada, mientras que la cotización del precio de níquel también repuntó hasta ubicarse en niveles cercanos a los USD 30.000 por tonelada métrica.
Para el año en curso esperamos que, pese a que las menores perspectivas de crecimiento económico afectarán la demanda por estos bienes minero-energéticos, las cotizaciones se mantendrían por encima de su media histórica, más cuando la OPEP+ ha anunciado el aumento en su plan de recortes. Así, el precio del barril de Brent se espera promedie los USD 85 por barril, la tonelada de carbón los USD 187,25 y la tonelada de níquel USD 27.518.
No obstante, el desarrollo del conflicto entre Rusia y Ucrania, el comportamiento de la actividad productiva en China luego de la eliminación de la política de Covid-Cero y el impacto de la desaceleración económica a nivel mundial, serán factores que condicionarán el desempeño de las cotizaciones.
El sector minero energético continúa siendo fundamental para el desarrollo de la economía colombiana, toda vez que, pese a la disminución de su participación en el PIB en los últimos años, contribuye a i) los ingresos a la nación a través de impuestos (Renta e IVA) y utilidades de Ecopetrol, ii) el financiamiento de los entes territoriales por medio de las regalías, iii) las exportaciones y la Inversión Extranjera Directa.
Se ha observado que la producción de minero-energéticos en el país no solo depende del comportamiento de los precios, sino que esta principalmente explicada por factores idiosincráticos como la regulación de estas actividades, el tratamiento tributario diferencial que se les da y la conflictividad en los territorios.
La gradualidad del proceso de transición energética a nivel global no se contempla que sea incompatible con la explotación de materias primas como el petróleo y el carbón, a la vez que se espera que impulse la demanda por otras como el níquel. En este contexto, la articulación entre las autoridades, el sector privado y la ciudadanía será fundamental para aprovechar la materialización de un superciclo de precios en los próximos años, lo cual se contribuiría al fortalecimiento de la economía y el impulso de la transición energética en el país.
El 2022 estuvo marcado por un aumento sostenido de los precios internacionales del petróleo, especialmente durante los tres primeros trimestres. En particular, el precio promedio del barril del petróleo Brent fue de USD 100,8 por barril, un aumento de 43% en términos anuales (Gráfico 1). Este comportamiento se explicó tanto por una mayor demanda a nivel global como por factores de oferta, destacándose las implicaciones generadas por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, así como por los cuellos de botella en la producción de esta materia prima
El año pasado hubo un repunte significativo en los precios internacionales de los principales productos mineros-energéticos de exportación colombiana. Esto se vio asociado al buen desempeño de la economía global, los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania y aspectos específicos de cada industria.
Para 2023, si bien se espera una corrección de los precios debido al debilitamiento de la demanda, algunos factores permiten prever que las cotizaciones se mantendrán en niveles superiores a los observados en la última década. Al respecto, la oferta de petróleo se vería reducida debido a nuevas disposiciones frente a recortes llevados a cabo por la OPEP+, mientras que la demanda de carbón continuaría siendo impulsada por países de Europa que deberán hacer frente a las necesidades que genera el invierno y que ya no cuentan con Rusia como socio comercial.
Pese a un contexto internacional favorable, debe tenerse en cuenta que en Colombia las elevadas cotizaciones internacionales no se han visto reflejadas de manera sustancial en la dinámica de la producción.
De hecho, en los últimos años la relación entre precios y producción solo fue positiva y significativa para el caso del petróleo (26,8%). Lo anterior evidencia que la producción de minero-energéticos en el país se ve explicada por factores idiosincráticos como la regulación de estas actividades, el tratamiento tributario diferencial que se les da y la conflictividad en los territorios, factores que, dicho sea de paso, han afectado el crecimiento de esta rama de actividad y su participación dentro de la economía.
Con el objetivo de compatibilizar la consolidación del proceso de transición energética con la explotación de petróleo y carbón, se deben dar lineamientos claros por parte de las autoridades en lo relativo al otorgamiento de nuevas licencias de exploración y explotación, una señal que resultaría favorable para los inversionistas y que repercutiría de forma positiva sobre el desempeño del sector, y por esta vía, sobre el estado de las cuentas fiscales y externas. Adicionalmente, será necesario que se establezcan nuevas estrategias para impulsar la explotación de minerales fundamentales para la transición energética, puesto que Colombia solo explota a gran escala el Níquel. De esta manera, el país podrá aprovechar la materialización de un super ciclo de materias primas minero-energéticas y, con los recursos generados, diversificar su canasta exportadora y la matriz energética.
Fuente : banca & Economia abril 24 2023
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