Tener liderazgo y acciones concisas para convertirse y mantenerse en el puesto número uno del café de mejor calidad y seguir teniendo una marca país.

La 87 Cumbre Cafetera organizada por Asoexport y Analdex  que terminó en Cartagena tuvo la participación del ministro de Hacienda  y Credito Público ,Ricardo Bonilla quien en rueda de prensa toco varios temas de interes nacional. Se pronunció sobre   la inflación, combustibles fósiles, transporte y por supuesto, tierras y café.

“Reglas claras y estables”

Vivienda: Colombia necesita más organización y compromiso por parte del sector privado y el Gobierno. Hace más de veinte años que el sector público no construye, sólo se encarga de diseñar y adjudicar para que el sector privado la construya.

De esto también surge un problema, es que el sector privado sólo se da la tarea de querer construir en ciudades o lugares cercanos a esta, como bien lo mencionó el ministro Bonilla.

“Para que el subsidio se aplique se necesita que las grandes constructoras construyan en otros lados”

Según Bonilla, no hay impacto en la realización de obras en lugares alejados o poco desarrollados, ahí está el reto, reforzar el interés por parte de constructoras por empezar a realizar obras en lugares apartados del país como la costa pacífica por ejemplo. La problemática, es que los subsidios se están prácticamente perdiendo si no hay interés en los avances progresivos de las zonas marginadas o separadas del país.

La inflación y Combustibles

Es bien sabido que en Colombia el tema de la inflación es importante, por eso, por parte del ministro es indispensable mencionar que Colombia está mejorando en ese aspecto y poco a poco se espera que se vaya avanzando hasta lograr el objetivo.

De 14% a 10.99% es la progresión de la inflación, se espera terminar el año entre el 9,2 y 9,5.

Son exactamente 100 billones de pesos de deuda general, el objetivo focalizado según el ministro es: “ajustar progresivamente la deuda de los precios de los combustibles y cerrar la brecha”. Colombia sigue buscando recuperar los recursos de la reforma y llevarlo a la inversión social.

No basta solamente en sacar dinero sin tener una organización, planeación y vigilancia constante de las acciones a realizar para que en el país se puedan ver las obras y avances. La inflación sigue bajando lentamente, y, según lo dicho por Bonilla, se debe al combustible.

“Lo que tenemos que hacer es la reforma real: reajustar los precios de los combustibles”. La movilidad propuesta por el ministro de hacienda es tiene que ser gracias a agentes diferentes a gasolina o diesel.

El llamado es a empezar a convertirnos en un país lleno de carros eléctricos, híbridos o impulsados por hidrógeno. Empezar a pensar en un horizonte en donde ya no se vaya a matricular un carro que sea movido por combustibles fósiles.

En 15 meses se estableció la meta de estabilizar el precio de la gasolina al precio internacional para cubrir el hueco fiscal. Aún quedan tres alzas para cerrar esta meta y lo que dice el ministro es que al finalizarlo entonces se empiece a trazar la misma neta con el diesel. También menciona que no se hará abruptamente, pues no se espera tomar de sorpresa a nadie.

Tierras y café

En cuanto a tierras idóneas para el cultivo de café, se espera pasar de 10 millones de hectáreas, a 20 millones. Según el ministro Bonilla, en el café está la apuesta.

Hacer crecer las cosechas de café arábico y robusta, mantener el estatus mundial y fomentar aún más el deseo de compra del café colombiano e iniciar el paso a la reactivación económica es el objetivo principal.

Renovar los cultivos es otro de los objetivos constantemente analizados, hay que tener una identificación real de las zonas en dónde no se está aprovechando la tierra y utilizarla para la producción de café. La apuesta es recuperar la agricultura y crear agroindustria.

El área agrícola de las fincas cafeteras es de 2.800.000 hectáreas, y sólo 800.000 se produce café, hay que identificar de qué vive la familia cafetera el resto del año en donde no se produce café y ayudar al avance organizado para tener una responsabilidad con estas familias y así crear un ciclo constante en donde siempre se produzca café y las familias tengan una estabilidad económica en base a esta producción de café y no a partir de otros productos.

En definitiva, la apuesta está en una organización real para seguir con el crecimiento de la producción de café colombiano de calidad y por consecuente, crecer aún más en las exportaciones del mismo, además, no sólo enfocarse en café entero, sino innovar y darle un valor agregado que ayude a la percepción internacional de nuestro café.

Tener liderazgo y acciones concisas para convertirse y mantenerse en el puesto número uno del café de mejor calidad y seguir teniendo una marca país.