El martes 1 de octubre, la televisión colombiana experimentó uno de sus cambios más significativos en años, al confirmarse que el grupo Prisa se ha convertido en el nuevo propietario mayoritario de los espacios que anteriormente pertenecían a NTC Televisión y RTI Televisión.
A pesar de los rumores que circulaban desde semanas atrás, la noticia se hizo oficial, marcando un nuevo rumbo en la programación del sector.
Este cambio implicó la despedida de programas emblemáticos como el Noticiero CM& y el reciente Lo sé todo, que se despidieron de la audiencia en los últimos días de septiembre. Los reconocidos periodistas Gustavo Gómez, de 6AM de Caracol Radio, y Julio Sánchez Cristo, de W Radio, confirmaron la llegada del conglomerado español, que también es propietario de ambas emisoras, y compartieron detalles sobre la nueva estrategia que implementará Prisa.
La propuesta de Prisa se centrará en la transmisión en video de sus programas radiales más destacados, incluyendo exitosos espacios de Caracol Radio como 6AM, El Pulso Del Fútbol y La Luciérnaga, así como Mujeres W y Sin Carreta, el programa de Juan Diego Alvira que se unió a la parrilla en septiembre. También se incluirá Impresentables de Los 40.
El portal Nación Colombia, realizó una extensa publicación en la que afirma que la concesión del Canal Uno, otorgada en la licitación 001 de 2017, ha generado polémicas constantes. En el centro del debate está Hemisphere Media Group Inc., un conglomerado estadounidense de medios que, al parecer, estaría intentando asumir el control total de este medio de comunicación público en Colombia. Así lo reveló en las últimas horas una investigación del Sistema Informativo de Nación Colombia.
Además, se ha identificado otro presunto incumplimiento, esta vez relacionado con el uso de la marca Caracol. Cuando el grupo Santodomingo vendió sus emisoras a Prisa hace más de dos décadas, se acordó que la marca «Caracol» solo sería utilizada para la radio. Sin embargo, Prisa ha extendido su uso a la televisión, lo que podría ocasionar serios conflictos legales para el grupo Santodomingo si no actúan rápidamente frente a esta situación.
El portal se pregunta, ¿Quién controla el Canal Uno?
La estructura corporativa que Hemisphere Media Group implementó a través de su filial HMTV UNO SAS ha sido cuestionada desde el principio. Aunque en el papel cumple con la ley colombiana, que limita la participación extranjera en la televisión al 20%, diversos análisis sugieren que detrás de esta fachada habría, presuntamente, una estrategia para burlar esas restricciones y tomar control absoluto del Canal Uno.
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Un punto crítico fue el uso de la figura de «promesa de sociedad futura», que aunque ya había sido derogada por la Ley 1508 de 2012, fue utilizada en la licitación para que Hemisphere formalmente cumpliera con los requisitos. Esto le habría permitido aumentar gradualmente su participación en la concesionaria.
Para el año 2022, HMTV UNO SAS presuntamente habría adquirido el 100% de las acciones, consolidándose como el único propietario de la concesión del Canal Uno.
Sostiene la publicación que el papel del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) ha sido fuertemente criticado. No ha habido una intervención clara ni se han tomado medidas correctivas.
La nota fechada el pasado 3 de octubre el periodista Fabrizio Martínez cuestiona la legalidad de la integración de HMTV UNO SAS con PRISA MEDIA. “Un importante actor en la radio. Sin embargo, esta operación no cuenta con la debida autorización del MinTIC ni de la Superintendencia de Industria y Comercio, lo que genera dudas sobre su legalidad. Esta fusión podría establecer un monopolio de facto en el Canal Uno, en detrimento de la normativa que regula la participación extranjera en los medios colombianos.
Agrega sobre el riesgo de concentración de medios. “Si se permite que este conglomerado extranjero controle totalmente el Canal Uno, se corre el riesgo de crear una concentración de poder que afectaría principios claves como la libertad económica, el acceso equitativo al espectro electromagnético y la libertad de expresión. Es fundamental que se tomen medidas para asegurar un entorno mediático pluralista y que los recursos públicos se administren con transparencia”, concluyó.