Franz Beckenbauer, también conocido como “Der Kaiser” (El Emperador), fue una figura icónica en la historia del fútbol. Nació el 11 de septiembre de 1945 en Múnich, Alemania, Beckenbauer  era reconocido como uno de los jugadores más influyentes y exitosos en la historia del deporte. Hoy murió.

Su carrera comenzó en el Bayern de Múnich, donde rápidamente demostró su habilidad excepcional. Su versatilidad en el campo le permitía jugar tanto como defensor como centrocampista. En esa etapa con el Bayern, ganó múltiples títulos de liga y de copa, destacándose como líder y capitán del equipo.

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Beckenbauer fue un jugador revolucionario en muchos aspectos. Redefinió el papel del defensa central, adoptando un enfoque más ofensivo y creativo en su juego. Tenía una visión excepcional y una capacidad única para leer el juego, lo que le permitía anticiparse a las jugadas y lanzar ataques desde la parte trasera con precisión. Su técnica en el pase y su habilidad para llevar el balón lo hacían excepcional en su posición.

Su mayor logro como jugador llegó en la Copa del Mundo de la FIFA en 1974. Como capitán del equipo alemán, lideró a su país hacia la victoria en el torneo celebrado en su tierra natal. La selección alemana, bajo su liderazgo, adoptó un estilo de juego conocido como “fútbol total”, combinando habilidades defensivas y ofensivas de manera excepcional. Beckenbauer jugó un papel crucial en esa estrategia, siendo el corazón del equipo y una figura inspiradora para sus compañeros.

Después de su éxito en el Mundial, Beckenbauer decidió desafiar las normas convencionales del fútbol europeo y se trasladó a Estados Unidos para unirse a New York Cosmos en la NASL (North American Soccer League). Su llegada generó un gran impacto en el fútbol estadounidense, atrayendo la atención hacia el deporte y ayudando a popularizarlo en el país.

Imagen de X de Gabriela Frias de CNN en Español

Tras su paso por Estados Unidos, Beckenbauer regresó a Alemania para finalizar su carrera como jugador en el Hamburgo. Aunque su tiempo en Hamburgo no fue tan exitoso en términos de títulos, su influencia y legado en el fútbol seguían siendo enormes.

Sin embargo, su contribución al fútbol no terminó con su retiro como jugador. Beckenbauer incursionó en la gestión y el entrenamiento, convirtiéndose en uno de los entrenadores más exitosos en la historia del fútbol alemán. Dirigió al equipo nacional alemán, llevándolos a la victoria en la Copa del Mundo de la FIFA de 1990. Su liderazgo y experiencia como jugador fueron fundamentales para moldear a la nueva generación de futbolistas alemanes.

Además de su éxito en el campo, Beckenbauer también dejó un legado en términos de innovación y contribución al desarrollo del fútbol. Fue uno de los impulsores de la Bundesliga alemana y un defensor de cambios en las reglas del juego para fomentar un fútbol más atractivo y emocionante.

Fuera del terreno de juego, Franz Beckenbauer  fue una figura respetada y reconocida en el mundo del fútbol. Su carisma, elegancia en el juego y liderazgo lo convirtieron en un ícono global del deporte. A lo largo de los años, recibió   numerosos premios y reconocimientos por su contribución al fútbol y su impacto en la sociedad.

Franz Beckenbauer es una leyenda indiscutible del fútbol. Paz en su tumba.