vie. Dic 13th, 2024

La caída observada de los nacimientos implica una caída sin precedentes en la fecundidad de la población colombiana que, aunada a la emigración, implica que la población colombiana habría caído en 2022 por primera vez en la historia reciente y probablemente lo habría hecho también en 2023.

Recientemente, el DANE publicó los datos actualizados de estadísticas vitales del país que indican una reducción de 14,6 % en los nacimientos durante los primeros cuatro meses de 2024 frente a los mismos meses de 2023. Esta caída es más pronunciada que la caída de 11 % que se había observado en todo 2023 frente a 2022, o la caída de 7 % que se observó en 2022 frente a 2021.

Por otro lado, el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), con base en datos de Migración Colombia, ha estimado migraciones netas negativas de alrededor de 550 mil personas en 2022 y 450 mil en 2023, sin contar la migración irregular.

La caída observada de los nacimientos implica una caída sin precedentes en la fecundidad de la población colombiana que, aunada a la emigración, implica que la población colombiana habría caído en 2022 por primera vez en la historia reciente y probablemente lo habría hecho también en 2023.

Valga añadir que el DANE aún no ha incorporado estos nuevos datos a las tablas de población proyectada del país, las cuales prevén que el crecimiento de la población se hace negativo por primera vez en 2052.

Dada la importancia de la estructura demográfica del país para el entendimiento de su macroeconomía, en esta entrada del Blog Banrep se presenta un ejercicio sencillo que da una idea de la magnitud de los cambios demográficos recientes sobre las proyecciones de crecimiento poblacional. Para ese fin, se consideran diferentes escenarios en los que varía principalmente la persistencia de la caída en la tasa de nacimientos. Esta tasa corresponde al cociente entre la cantidad de nacimientos de un año y la población calculada al final del año anterior.

El ejercicio presentado es además un ejercicio agregado simple, en el que no se hacen cálculos desagregados de la natalidad por cohortes etarias. Un ejercicio más completo modelaría la evolución de la fecundidad de cada cohorte e incorporaría información sobre la estructura demográfica de la población migrante. Adicionalmente, se deberían tener en cuenta cambios posibles en la mortalidad que quizá mitiguen el impacto negativo de la natalidad sobre el total de la población, pero aumenten su envejecimiento.

Lea aquí el informe completo. 

El estudio detallado de estos aspectos de la transición demográfica actual hace parte de una agenda de investigación del Banco que apunta a entender algunos de sus impactos en el comportamiento de la economía. En particular, se espera que la transición demográfica tenga efectos sustanciales sobre la capacidad productiva de la economía, las finanzas públicas, y la demanda de bienes públicos, por lo que debe ser una preocupación central de la política pública.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *