En Colombia, el 33% de los habitantes se encuentra en pobreza monetaria. En este contexto, el programa Empropaz, liderado por Bancamía y apoyado por USAID, ha trabajado durante seis años para empoderar a emprendedores en 92 municipios afectados por la violencia y la pobreza.
A pesar de los avances tecnológicos y económicos en las últimas décadas, la pobreza sigue siendo un reto significativo en América Latina, donde un tercio de la población vive en condiciones de vulnerabilidad.
Según el Banco Mundial, un tercio de la población en América Latina vive en condiciones de pobreza, y cerca del 32% se encuentra en un estado de vulnerabilidad. En Colombia, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reporta que, al cierre de 2023, el 33% de los colombianos, aproximadamente 16,7 millones de personas, se encontraba en pobreza monetaria, mientras que un 11,4% vivía en pobreza extrema.
En este contexto, el programa Empropaz, liderado por Bancamía, una entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, en colaboración con USAID, la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín/De Mis Manos, ha estado trabajando durante seis años para ofrecer apoyo formativo e inclusión financiera a los habitantes de 92 municipios afectados por la violencia y la pobreza. El objetivo es fomentar el surgimiento de nuevos negocios y fortalecer microempresas como un medio para transformar sus realidades.
Hasta la fecha, Empropaz ha acompañado a más de 216.000 emprendedores y microempresarios, de los cuales el 59% son mujeres, el 34% tiene, como máximo, educación primaria y el 87% vive en condiciones de vulnerabilidad económica.
Ha demostrado un impacto significativo en la vida de emprendedores y microempresarios en los territorios donde opera. Según Miguel Achury, gerente de la organización, un 46% de los beneficiarios ha logrado salir de la línea de pobreza monetaria tras completar su ruta de acompañamiento. Historias como la de Francisco Guevara ilustran cómo el apoyo de Empropaz ha transformado vidas, permitiendo a personas de escasos recursos superar adversidades y construir un futuro más prometedor.
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Miguel Achury, gerente de la organización, destacó que al finalizar su ruta de acompañamiento, un 46% de los emprendedores y microempresarios del programa logró salir de la línea de pobreza monetaria. Este dato representa una clara muestra del aporte al desarrollo que Empropaz realiza, fundamentado en pilares como la educación, la inclusión y el acompañamiento. Achury enfatizó que su modelo integral de intervención comienza antes de la entrega de productos financieros, con el objetivo de generar un impacto real y sostenible en el tiempo.
El proceso de apoyo de Empropaz ya está dando frutos tangibles en su misión de ayudar a las personas de menores recursos a salir de la pobreza. Las historias de éxito de microempresarios como Francisco Guevara son un testimonio del cambio que se está logrando. Francisco, quien proviene de una familia de escasos recursos y ha enfrentado desafíos significativos, como el síndrome de Guillain-Barré, encontró en el emprendimiento una vía para superar sus condiciones de vida.
Hoy, Francisco es el propietario de una unidad productiva que ofrece más de 20 productos de panadería en la vereda La Joya, ubicada en el municipio de Puerto Caicedo, Putumayo. Gracias al apoyo de Empropaz, ha podido construir su propia casa y adecuar su panadería, ‘El Yarumo’, lo que le ha permitido proporcionar un futuro estable para su familia. La historia de Francisco es solo una de las muchas que reflejan el impacto positivo de Empropaz en la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo sostenible en las comunidades que atiende.