Esta semana iniciaron las mesas de trabajo en el marco del Pacto por el Crédito, estrategia que, de acuerdo con los compromisos alcanzados, aumentará el monto de los desembolsos en $55 billones durante los próximos 18 meses, dirigidos a la vivienda, el agro, la industria, el turismo y la economía popular. En esta primera sesión,
Esta semana iniciaron las mesas de trabajo en el marco del Pacto por el Crédito, estrategia que, de acuerdo con los compromisos alcanzados, aumentará el monto de los desembolsos en $55 billones durante los próximos 18 meses, dirigidos a la vivienda, el agro, la industria, el turismo y la economía popular. En esta primera sesión, el protagonismo lo tuvo el sector de la vivienda.
El impulso económico planteado desde el sistema financiero hacia el sector es significativo. Para ponerlo en perspectiva, los desembolsos en los últimos 18 meses alcanzaron los $31,8 billones, mientras que, para los próximos 18 meses, se proyecta que superen los $40,6 billones, lo que representa un incremento del 28%. Para alcanzar este objetivo, existen una serie de instrumentos que pueden darle, incluso, una mayor dinámica al sector.
La primera categoría se refiere a los distintos mecanismos que fomentan la adquisición de vivienda nueva y sobre los que se ha trabajado en el transcurso del año: la reducción de las tasas de interés del sector, que ya supera los 362 puntos básicos desde que se hicieron los primeros anuncios, lo que ratifica el compromiso de la banca con la reactivación económica; los esfuerzos por garantizar los subsidios de Mi Casa Ya; el cambio normativo para que el Loan to Income (LTI) No VIS pase del 30% al 40%; y la posibilidad de que las familias puedan reestructurar sus créditos hipotecarios sin perder el beneficio del subsidio nacional.
Entretanto, en la mesa con el Gobierno Nacional y distintos actores del sector se reconoció la necesidad de impulsar instrumentos asociados al mejoramiento de vivienda, mediante los cuales se puede dar un impulso a la vivienda digna, de tal forma que no sólo se beneficie a los segmentos más vulnerables de la población, sino también a asociaciones de economía popular y distintos grupos de interés.
Si bien en ocasiones puede ser complejo que todos los actores de un sector alcancen acuerdos, tanto el sistema financiero como el Gobierno Nacional y distintos gremios coinciden en que una condición necesaria para impulsar la vivienda en el país es fomentar la cultura de ahorro dentro de las familias colombianas. Sin este componente, las demás labores quedan incompletas.
Acceder a una vivienda propia es un sueño compartido por muchas familias en Colombia, y el ahorro juega un papel crucial en este proceso. Representa el primer paso hacia la adquisición de un bien tan significativo como una casa, y es particularmente importante para cubrir la cuota inicial, que suele ser cercana al 30% del valor total del inmueble. Ahorrar este capital no solo facilita el acceso a un crédito hipotecario, la herramienta principal para financiar una vivienda, sino que también promueve una cultura de responsabilidad financiera.
Con el fin de alcanzar el objetivo de masificar el acceso a la vivienda, será fundamental continuar fortaleciendo la educación financiera, de manera que las personas puedan evaluar los productos financieros como créditos hipotecarios y el leasing habitacional, así como los subsidios, para que puedan tomar decisiones adecuadas.
Así, el sector vivienda se consolida como protagonista del Pacto por el Crédito, con resultados que ya están materializándose y que sin duda comenzarán a contribuir al anhelado proceso de reactivación.
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