Tras el auge generado por la pandemia, las ventas online, televisivas y por catálogo muestran estabilización con incrementos más moderados.

El fervor del comercio electrónico durante la pandemia se desacelera. Tras un período de expansión explosiva en 2020 y 2021, las ventas a través de internet, televisión o catálogo muestran signos de estabilización, con crecimientos más moderados en los últimos dos años.

En lo que llevamos del 2023, se evidencian claroscuros en los ingresos generados por estos canales de comercio. La euforia inicial que impulsó un crecimiento acelerado ha dado paso a una fase de estabilización, con tasas de aumento más pausadas. Este cambio en la tendencia plantea interrogantes sobre la continuidad de esta forma de comercio.

Si bien la transformación digital consolidó la presencia del comercio en línea y otros canales alternativos, las tasas de crecimiento han disminuido en comparación con el auge inicial. Factores como la adaptación de los consumidores a nuevas condiciones post-pandémicas y la estabilización de la demanda contribuyen a este cambio de ritmo.

Las estrategias empresariales se ven desafiadas a innovar y encontrar nuevas formas de estimular el crecimiento en un mercado que, aunque sigue en aumento, lo hace a un ritmo más moderado y competitivo.

La nueva normalidad post-pandémica impacta el panorama del comercio electrónico, marcando una transición hacia un crecimiento más estable pero menos exponencial. Este escenario desafía a las empresas a replantear sus estrategias para mantener la relevancia y el impulso en un entorno más competitivo y consolidado.